En Leo, la etnobotánica colombiana se une a la alta cocina

24 de septiembre de 2025

24 de septiembre de 2025

Introducción

Leo es una institución cultural que ha redefinido lo que significa la alta cocina colombiana en la escena mundial. Al timón está Leonor Espinosa, Espinosa es uno de los chefs más aclamados de América Latina, cuya carrera abarca casi dos décadas de exploración culinaria, defensa cultural e innovación gastronómica. Para Espinosa, la comida nunca es sólo cuestión de sabor; tiene que ver con la narrativa, el patrimonio y los delicados ecosistemas que dan a Colombia su inigualable biodiversidad.

La filosofía central de Leo se resume en CICLOBIOMA, un concepto que trata la comida como una exploración de los diversos biomas de Colombia y su interconexión con la cultura humana. Aquí, comer se convierte en una forma de relacionarse con el Amazonas, los Andes, el Caribe, el Pacífico, los Llanos y el desierto, no solo a través de los sabores, sino también de las historias de la gente, las tradiciones y la gestión ecológica.

En 2025, Leo celebra su 20º aniversario, El restaurante, que celebra su aniversario con un menú conmemorativo de mediodía, revisa y reinterpreta los platos que definieron la carrera de Espinosa en 2005. Este menú de aniversario coexiste con las experiencias de degustación del restaurante, ofreciendo tanto una ventana a sus orígenes como una visión de su futuro.

Más que una buena cena, Leo funciona como un experiencia antropológica, ecológica y artística. Cada plato es un fragmento narrativo, cada momento de servicio una representación y cada visita un recordatorio de que la gastronomía puede ser a la vez lujosa y profundamente arraigada en la memoria cultural.

En Leo, la etnobotánica colombiana se une a la alta cocina

 

 

1. El concepto de CICLOBIOMA: Más que un menú

En el corazón de Leo se encuentra CICLOBIOMA, un marco innovador que transforma el restaurante en un mapa vivo de la biodiversidad colombiana. El término fusiona ciclo (ciclo) con bioma (bioma), que refleja la interacción entre los sistemas ecológicos y la vida humana. Con este enfoque, Espinosa diseña un menú que recorre los paisajes de Colombia: la exuberante Amazonia, los Andes nevados, el vibrante Caribe, el salvaje Pacífico, los vastos Llanos y el árido desierto.

CICLOBIOMA hace hincapié en etnobotánica, es el estudio de cómo las comunidades utilizan las plantas para la alimentación, la medicina y los rituales. Ingredientes como los frutos de la selva, las hierbas autóctonas y los cereales ancestrales no se eligen por su novedad, sino por la sabiduría cultural que encierran. Al entretejer estos elementos en la alta cocina, Leo se asegura de que los conocimientos tradicionales no sólo se preserven, sino que se eleven a la escena mundial.

Detrás de cada plato hay una red de productores locales, grupos indígenas y comunidades afrodescendientes que proporcionan los ingredientes. Esta colaboración apoya la sostenibilidad al tiempo que fomenta potenciación económica en regiones a menudo marginadas. Para los comensales, el resultado es más que una experiencia gastronómica: es una narrativa de resiliencia, patrimonio e innovación que enmarca la cocina colombiana como profundamente local y globalmente relevante.

Cicliobioma

2. Un ritual de servicio: El rendimiento se une a la precisión

Cenar en Leo no consiste sólo en lo que llega al plato, sino también en cómo llega. El servicio está coreografiado con una precisión casi ceremonial. En los momentos clave, varios camareros se adelantan simultáneamente para presentar o retirar los platos, creando una sensación de armonía que refleja la filosofía cíclica de CICLOBIOMA.

Este movimiento sincronizado transforma la cena en una especie de representación ritual. Los camareros narran los orígenes de cada plato, conectando a los comensales con los productores, los paisajes y las tradiciones que hay detrás de cada bocado. Su papel es en parte narrador y en parte guía, para garantizar que la experiencia vaya más allá del sabor.

A pesar de la formalidad, la calidez de Hospitalidad colombiana impregna el ritual. Los clientes nunca se sienten intimidados, sino invitados a un viaje cultural. Este equilibrio entre los meticulosos estándares de la alta cocina y la calidez humana es uno de los sutiles logros que hacen que Leo sea excepcional.

3. El Menú Aniversario: Homenaje a los orígenes

Para celebrar su 20º aniversario, Leo ofrece un menú especial de mediodía que reinterpreta algunos de los platos emblemáticos de sus primeros años. Esta selección conmemorativa ofrece un punto de entrada más accesible al mundo del restaurante al tiempo que honra los cimientos de la trayectoria de Espinosa.

Destaca atún chocoano con hormigas culonas, un plato que une los sabores de la costa pacífica del Chocó con la tradición de las hormigas comestibles de Santander. Otro es pulpo en brasa con salsa de corozo, un guiño a la herencia afrocolombiana de las costas del Caribe y el Pacífico, donde confluyen el marisco ahumado y las frutas tropicales. También hay arroz de carne oreada con plátano en tentación, un plato que canaliza los sabores robustos de Santander a través de la carne seca y el plátano dulce.

Estos platos tienden un puente entre el pasado y el presente, demostrando cómo Leo ha evolucionado sin dejar de estar anclado en la tradición. Al ofrecer este menú a la carta, Espinosa también abre las puertas a un público más amplio, haciendo posibles encuentros de alta cocina en un entorno más un mediodía accesible sin comprometer el arte.

Platos Fuertes LEO

4. El menú degustación: Una expedición de doce pasos

Para los que buscan una experiencia completa, Leo's menú degustación-disponible en 5, 8 o 12 pasos- es una verdadera expedición por los territorios colombianos. Cada plato es una viñeta, un fragmento de narración que, en conjunto, construye un retrato de la biodiversidad.

El viaje puede comenzar con Hormigas amazónicas, con su crujiente leche de coco, o con exóticas frutas de la selva que despiertan el paladar. Carimañolas de conejo ahumadas reimaginar un aperitivo de comida callejera costera con una técnica elevada, mientras que tubérculos autóctonos y peces endémicos muestran los Andes y las cuencas fluviales. Técnicas como la fermentación, el ahumado y las infusiones botánicas profundizan en los sabores y las texturas, arraigándolos en prácticas ancestrales al tiempo que los llevan al terreno de la vanguardia.

El menú degustación es también un espectáculo visual y táctil. Algunos platos llegan envueltos en hojas, otros se presentan sobre piedras volcánicas o cerámicas artesanales diseñadas para hacerse eco de las formas naturales. Cada presentación refuerza la conexión con el paisaje, difuminando la línea entre el plato y el terreno.

Para los vegetarianos, Leo se adapta de forma creativa, garantizando que la biodiversidad esté representada sin comprometer la integridad. Desde crujientes tubérculos hasta delicadas infusiones, el reino vegetal recibe la misma profundidad narrativa que las carnes y los mariscos.

En esta secuencia de 12 pasos, el sabor se convierte en un lenguaje: ríos, desiertos y bosques no sólo se evocan, sino que se encarnan en el sabor y la textura. El resultado es a la vez profundamente intelectual y sensualmente envolvente.

5. Los maridajes de bebidas: Diálogo botánico

Leo complementa sus relatos gastronómicos con dos opciones distintas de emparejamiento: la tradicional selección de vinos y un maridaje botánico no alcohólico más experimental.

La selección de vinos integra botellas internacionales con un fuerte énfasis en Viñedos colombianos y productores latinoamericanos, La innovación es una de las claves del éxito de la Unión Europea, que garantiza que los maridajes se adapten tanto al contexto local como al mundial. Sin embargo, para los que buscan innovación maridaje botánico es una revelación. Bebidas fermentadas, infusiones de hierbas y brebajes de frutas exóticas crean un diálogo que refleja el espíritu de CICLOBIOMA. Bebidas a base de yuca, maíz fermentado y hierbas de la selva ilustran que las tradiciones de Colombia en materia de bebidas son tan complejas y diversas como su comida.

Otra capa de este mundo es La Sala de Leo, el bar de cócteles del restaurante, donde la coctelería adopta el mismo espíritu de biodiversidad. Aquí, los cócteles experimentan con productos botánicos autóctonos, frutas tropicales y fermentación, ofreciendo una extensión más informal pero igualmente profunda de la filosofía de Leo.

Bebidas Leo

6. Narración sensorial: Más allá del gusto

Leo no se limita a los sabores, sino que involucra todos los sentidos. El comedor está diseñado con tonos tierra, luz natural y elegancia minimalista para crear una atmósfera en la que la comida se convierte en el centro de atención. Los recipientes de cerámica, los envoltorios de hojas y las presentaciones orgánicas amplían esta narrativa, sumergiendo a los comensales en los ciclos naturales de Colombia.

Más allá de lo visual, el historias narradas por servidores forman parte del tapiz sensorial. Cada vez que se explica el origen de un ingrediente, el comensal se transporta a paisajes lejanos: el húmedo Amazonas, los desiertos azotados por el viento o los manglares costeros del Pacífico. Cenar aquí es como viaje etnográfico, donde convergen la antropología y la gastronomía.

Los contrastes táctiles de texturas -crujiente, seda, carbón y humo- completan la inmersión multisensorial. Leo se asegura de que cada comensal se vaya con algo más que un recuerdo de sabor: se va con una sensación encarnada de la complejidad cultural y ecológica de Colombia.

7. Servicio, ambiente y reputación

Aunque algunas críticas señalan fallos ocasionales en el servicio, mi experiencia fue de coordinación y calidez impecables. El personal actuó con precisión, manteniendo al mismo tiempo una sensación de relajada generosidad, lo que hizo que la comida resultara tan refinada como personal.

El espacio del restaurante es elegante pero discreto, deliberadamente minimalista para que los platos y sus historias sigan siendo los protagonistas. La clientela refleja su prestigio: viajeros internacionales, diplomáticos, críticos y lugareños exigentes. que reconocen a Leo como un hito culinario.

Con el reconocimiento repetido en Los 50 mejores restaurantes de América Latina y el Guía Michelin, Leonor Espinosa ha situado a Bogotá en el mapa mundial de la alta cocina. No es exagerado afirmar que el trabajo de Leonor Espinosa ha reconfigurado la comprensión mundial de la cocina colombiana.

Servicio, ambiente y reputación

8. ¿Quién debe ir?

Leo es ideal para quienes ven la gastronomía como una forma de exploración cultural más que de mero consumo. Los viajeros con una profunda curiosidad por biodiversidad, sostenibilidad y conocimientos autóctonos encontrarán la experiencia transformadora.

No se trata de una cena informal, sino más bien de un restaurante. peregrinaje culinario. Ocasiones de celebración, viajes que marcan un hito o el deseo de entender Colombia a través de sus sabores más innovadores hacen de Leo la elección perfecta. Para los comensales aventureros y los viajeros culturales por igual, ofrece no sólo una comida, sino una revelación.

Conclusión - Un archivo vivo de Colombia

Leo es mucho más que uno de los restaurantes más famosos de Bogotá. archivo vivo de la biodiversidad, las tradiciones y las posibilidades de futuro de Colombia. Comer aquí es comprometerse con el pasado y el presente del país, escuchar sus ecosistemas y comunidades a través del gusto.

En menú de aniversario tiende un puente entre las raíces y la innovación, recordándonos los comienzos de Espinosa y apuntando al mismo tiempo hacia nuevas narrativas. Mientras tanto, el menú degustación CICLOBIOMA sigue ampliando los límites de la gastronomía al demostrar que la comida puede ser un recipiente para la antropología, la ecología y la memoria cultural.

En definitiva, Leo no se limita a servir comida, sino que narra, educa y conecta. Invita a los comensales a viajar por Colombia sin salir de Bogotá, ofreciendo una perspectiva tan intelectual como placentera. Como laboratorio cultural y punto de referencia gastronómico, Leo demuestra que la alta cocina también puede ser un medio de comunicación. un poderoso acto de narración.

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