16 de septiembre de 2025
¡Hola! Soy el director general de una empresa de viajes colombiana y llevo años explorando todos los rincones de este hermoso país. Una de las preguntas más comunes que recibo (sobre todo de amigos en Estados Unidos) es: “¿Es Colombia segura para los turistas?” En este artículo, responderé a esa pregunta desde una perspectiva en primera persona, con franqueza y matices.
La reputación de Colombia ha estado teñida durante mucho tiempo por su pasado, pero la realidad actual es muy diferente. Quiero compartir mi experiencias viajando por toda Colombia (incluyendo algunos lugares fuera de los caminos trillados) y darte una guía honesta y experta para mantenerte seguro.
Al final, verá por qué creo que en los principales destinos turísticos -a los que acude el 99% de los visitantes- la seguridad no es una preocupación importante, siempre que se viaje con inteligencia. Vamos allá.
La reputación de seguridad de Colombia frente a la realidad
La imagen de Colombia en la cultura popular sigue adoleciendo de viejas noticias sobre cárteles y conflicto. Sí, hace décadas, lugares como Medellín eran tristemente célebres por su violencia. Pero eso fue hace más de 25 años: Pablo Escobar hace mucho que se fue. En los últimos años, Colombia ha experimentado un cambio notable. Las tasas de homicidio han caído en picado desde los años noventa, y las ciudades antes conocidas como zonas de guerra son ahora prósperas zonas turísticas. Por ejemplo, la tasa de homicidios de Medellín bajó de la astronómica cifra de 375 por cada 100.000 habitantes en 1991 a una fracción de esa cifra en la actualidad. De hecho, la tasa nacional de homicidios de Colombia alcanzó un mínimo de alrededor de 24 por 100.000 en 2016, la más baja desde 1974.
Para poner las cosas en perspectiva, algunas de las principales ciudades de Estados Unidos tienen estadísticas de criminalidad iguales o peores que las grandes ciudades de Colombia. En 2024, la tasa de homicidios de Bogotá era de unos 15 por cada 100.000 habitantes, mientras que la de Washington D.C. era de unos 27 por cada 100.000, casi el doble que la de Bogotá. Incluso mi ciudad natal de Dallas tenía casi 19 asesinatos por cada 100.000 residentes en 2023, superior a la de Bogotá ese año. ¿Sorprendido? A mí sí me sorprendió cuando me enteré.
Para llevar: Colombia no es el Salvaje Oeste que algunos imaginan. En muchos sentidos, pasear por los distritos turísticos de Cartagena o Medellín no resulta más peligroso que visitar ciertos barrios de Nueva York o Los Ángeles. Todas las grandes ciudades tienen zonas buenas y malas, y Colombia no es diferente. Dicho esto, la seguridad es todo sobre el contexto. La mayor parte de la delincuencia colombiana se produce lejos de las zonas turísticas o en situaciones que un visitante típico puede evitar fácilmente. Por ejemplo, los lugareños le dirán que si no se involucra en el tráfico de drogas u otras actividades ilegales, sus probabilidades de encontrarse con delitos violentos se reducen drásticamente. Como viajero, no visitará zonas deprimidas. barrios en las afueras de la ciudad a las 2 de la mañana, ¿verdad? Limítate a las zonas más transitadas y a las actividades normales, y probablemente sentirás lo mismo que yo: que Colombia es un lugar cálido y acogedor. El turismo está en auge aquí, con casi 6 millones de personas que visitarán Colombia sólo en 2023. La gran mayoría de estos viajeros tuvieron un viaje increíble y sin incidentes. Sí, es seguro visitar Colombia, si usas el sentido común. Hablemos de lo que eso significa en términos prácticos.
Delincuencia en Colombia: Lo que los turistas deben saber
En lo que se refiere a la delincuencia que afecta a los turistas, Colombia no es fundamentalmente diferente de otros destinos latinoamericanos, ni de las grandes ciudades de todo el mundo. Los principales riesgos son los delitos menores, como robos y estafas, más que la violencia grave. Estos son los puntos clave sobre los que siempre informo a nuestros clientes:
- Robos menores (carteristas y ladrones de teléfonos): Es el problema número uno en las zonas turísticas. No pierda de vista sus bolsos en los mercados abarrotados y no deje nunca el móvil sobre la mesa de un café. Ladrones oportunistas a pie o incluso en moto pueden hacerse con un smartphone o un bolso expuesto antes de que te des cuenta. De hecho, los móviles son los objetos más robados en Colombia.
Aprendí el dicho local “No des papaya” temprano - literalmente “no dar papaya”, que significa no te conviertas en un blanco fácil. En la práctica, no dar papaya significa no exhibir tu riqueza ni tus objetos de valor.
Sigo esta regla religiosamente: Guardo mi reloj bonito y mis joyas ostentosas en casa, y en público no uso muchos artilugios. Hay que tener en cuenta que muchos colombianos no son ricos; aquí, un iPhone nuevo puede equivaler al sueldo de varios meses. Exhibirlo no sólo parece arrogante, sino también una invitación abierta a los ladrones.
Atracos y robos: Los atracos callejeros (a veces con arma blanca o de fuego) sí se producen en zonas urbanas, normalmente de noche o en lugares más tranquilos. En gran mayoría de los turistas no sufrirán esta experiencia, sobre todo si se limitan a zonas concurridas y bien vigiladas. En todos los años que llevo en Colombia, nunca me han atracado con violencia, aunque me mantengo alerta y evito caminar solo por calles oscuras a las 3 de la madrugada. Si ocurre lo peor y te enfrentas a alguien, el consejo tanto de los lugareños como de los expatriados es que nunca te resistas.
Entregue su cartera o su teléfono; no vale su vida. Lamentablemente, muchos homicidios relacionados con robos afectan a víctimas que intentaron defenderse...
Así que sea inteligente: obedezca y luego aléjese con seguridad. Afortunadamente, estos incidentes son poco frecuentes en las zonas turísticas con presencia policial. Yo me siento tan seguro paseando por la Zona T de Bogotá como por el centro de Miami, pero no rondaría por ciertos barrios periféricos de ninguna de las dos ciudades a altas horas de la noche.
- Estafas y precios gringos: Las estafas turísticas existen, pero si las conoce, son fáciles de evitar. Sobre todo en Cartagena, algunos vendedores han Doctores en separarte de tu dinero. Entre los trucos clásicos se incluyen: ofrecer precios ridículamente altos (pregunte siempre el precio primero para evitar los “precios gringos”), darle cambio incorrecto o billetes falsos (el timo del taxi “cambia billetes”) y los timadores callejeros demasiado persistentes. En las playas de Cartagena, por ejemplo, alguien puede ofrecerte un masaje o una bebida “gratis”, para luego exigirte un precio desorbitado. Otro timo que he visto es el del cambio corto: un taxista insistirá en que el billete de 50.000 pesos que le diste era sólo de 5.000, esperando que estés demasiado nervioso para darte cuenta.
Mi regla: lleva billetes pequeños y presta atención cuando el dinero cambie de manos. Además, acuerda las tarifas de taxi por adelantado o, mejor aún, utiliza aplicaciones (hablaremos de ello más adelante). Si algo te parece mal, no tengas miedo de decir que no y marcharte. En general, los colombianos son gente maravillosa, pero, como en todas partes, algunos intentarán aprovecharse de los visitantes con los ojos bien abiertos.
- “Trampas de miel” y peligros de la vida nocturna: Odio decirlo, pero hay que mantener la cordura durante las fiestas y todo lo que implique sexo. Aquí es donde algunos viajeros bajan la guardia y se meten en problemas. Hay casos de turistas (a menudo hombres) drogados y robados tras conocer a una mujer en un bar o a través de una aplicación de citas.
Una estratagema habitual es la escopolamina (“aliento del diablo”), que en pequeñas dosis puede noquearte o hacerte muy sugestionable. Los delincuentes pueden echártela en la bebida o incluso soplártela en la cara y, de repente, te despiertas en el hotel sin teléfono, dinero ni memoria. Parece una leyenda urbana, pero créeme, es real. Nunca aceptes bebidas, cigarrillos o comida de extraños, por muy amistosos que parezcan.
Conozco personalmente a gente a la que le ha pasado esto y es aterrador. Del mismo modo, si usas Tinder o tienes una cita con alguien que acabas de conocer, limítate a lugares públicos y dile a un amigo dónde estás. La embajada de Estados Unidos ha advertido de que muchos estadounidenses han sido drogados, robados e incluso asesinados por delincuentes que se hacían pasar por citas.
En resumen: con un poco de inteligencia callejera se llega lejos. Sal de fiesta y diviértete, pero no pierdas de vista la bebida y piénsatelo dos veces antes de ir a un sitio privado con gente que acabas de conocer.
- Evitar las drogas y las actividades ilegales: Esto puede resultar obvio, pero no está de más decirlo claramente. No intentes comprar cocaína u otras drogas, ni te dediques a la prostitución u otras cosas ilegales. Estas actividades tienden a conectarte con los elementos más desagradables de la cultura colombiana. Muchos de los extranjeros que son asesinados en Colombia estaban involucrados en drogas o turismo sexual.
Si te mantienes alejado del submundo criminal, él se mantendrá alejado de ti. Así que di “no, gracias” y aléjate si alguien te ofrece drogas en una discoteca (puede ocurrir, sobre todo en las zonas de fiesta de Medellín o Cartagena). No merece la pena correr el riesgo de que te roben, te extorsionen o acabes en una cárcel colombiana.
- Seguridad en el transporte: Tenga cuidado con el transporte, sobre todo por la noche. Pedir un taxi al azar en la calle suele ser peligroso. no recomendados en las grandes ciudades. Aunque muchos taxistas son honrados, ha habido casos de viajeros a los que han robado taxistas sospechosos o sus cómplices. De hecho, el personal del gobierno estadounidense en Colombia tiene prohibido tomar taxis callejeros debido a este riesgo.
Lo más seguro es utilizar aplicaciones como Uber, Cabify o Beat (todas funcionan en Colombia), o pedir al hotel que llame a un taxi registrado. Estos servicios registran la identidad del conductor y tu ruta, lo que disuade a la delincuencia. Yo confío casi exclusivamente en las aplicaciones de taxi, son baratas y cómodas. Si coges un taxi callejero, evita compartir trayecto con desconocidos y no caigas en el viejo truco del “gran tour” (algunos conductores sin escrúpulos podrían llevarte el largo para llegar hasta el final). Dentro de las ciudades, también pueden producirse robos en el transporte público, como en los autobuses de TransMilenio de Bogotá o en el metro de Medellín. Personalmente, utilizo el transporte público durante el día sin problemas, pero cuido mis bolsillos como lo haría en el metro de Nueva York en hora punta.
Puede que parezcan muchas advertencias, pero en su mayoría son menor molestias o estafas que hay que tener en cuenta: el tipo de consejos callejeros que se siguen en muchos lugares. En resumen, Colombia suele ser un país seguro para los viajeros que utilizan el sentido común. No alardee de riqueza, preste atención a su entorno y conozca las estafas básicas que debe evitar. Si lo haces, las probabilidades de que te roben algo más que el teléfono son extremadamente bajas.
También animo a los viajeros a mirar los datos en contexto. Por ejemplo, Bogotá sí tiene un alto número de robos -se denunciaron más de 58 000 robos personales en el primer semestre de 2019-, pero esos son en su mayoría carteristas y arrebatos de teléfonos en una ciudad de 8 millones de habitantes. Y tienden a concentrarse en determinadas zonas. De hecho, curiosamente, algunos de los los más ricos son los barrios donde se producen más hurtos, precisamente porque es donde están el dinero y los smartphones. Chapinero, un distrito de lujo en Bogotá, tuvo más de 8.300 robos por cada 100.000 personas en 2018, ocho veces más que la tasa de Medellín. Significa eso que Chapinero es una zona prohibida? En absoluto: de hecho, es una de mis zonas favoritas, llena de restaurantes y vida nocturna estupendos. Sólo significa que tampoco hay que confiarse; los ladrones son oportunistas en las zonas ricas. Lo mismo ocurre en lugares como El Poblado (el enclave de lujo de Medellín) o los concurridos barrios turísticos de Cartagena.
Así que les digo a los visitantes: disfruten de esos barrios encantadores, pero manténganse alerta y guarden ese teléfono, incluso en el centro comercial de lujo o en la plaza panorámica. La delincuencia puede ocurrir en cualquier parte, pero si limitas las oportunidades, limitas enormemente el riesgo.
Seguridad en los principales destinos turísticos: Guía ciudad por ciudad
Colombia es un país grande con diversas regiones. La seguridad puede variar de una ciudad a otra, así que veamos las cinco ciudades colombianas más visitadas y lo que puede esperar en cada una de ellas. La buena noticia es que todos estos destinos populares cuentan con “zonas seguras” bien establecidas para los turistas, con una fuerte presencia policial. Destacaré esas zonas y daré consejos específicos, basados en mis viajes y en la experiencia local.
Bogotá (capital)
Bogotá es una metrópolis de unos 8 millones de habitantes y, como cualquier gran capital, cuenta con barrios seguros y otros más inseguros. La mayoría de los turistas se quedan en el norte y el centro de Bogotá, que son relativamente seguros. Barrios como Chapinero, Zona Rosa (Zona T), Parque 93 y Usaquén son las zonas más exclusivas de la ciudad, con hoteles, restaurantes y vida nocturna, y cuentan con una visible presencia policial.
He paseado por estas zonas de día y de noche y me he sentido tan seguro como en el centro de Chicago. Verás a lugareños y expatriados en restaurantes de moda y centros comerciales: la vida normal de la ciudad. El centro histórico, La Candelaria, es una visita obligada por su encanto colonial, sus museos y su arte callejero. Durante el día suele estar bien (sólo hay que tener cuidado con los carteristas en las plazas concurridas). Al anochecer, sin embargo, la Candelaria puede vaciarse y volverse un poco peligrosa. Aunque soy un viajero confiado, no suelo pasear por la Candelaria a altas horas de la noche: cojo un coche y vuelvo a mi hotel en el norte. Por la noche, es mejor utilizar un taxi o un Uber para desplazarse de un barrio a otro en lugar de caminar largas distancias. La ciudad es enorme y algunas manzanas pueden quedar aisladas. El principal problema de delincuencia en Bogotá son los robos. Hay que estar alerta ante los ladrones de teléfonos y bolsos, sobre todo en lugares concurridos o en el sistema de autobuses TransMilenio. Recomiendo llevar sólo lo imprescindible cuando salgas a explorar. Deje el pasaporte y otras tarjetas bajo llave en la caja fuerte del hotel y lleve una fotocopia del carné de identidad. Si sales a las animadas discotecas de la Zona T, ten cuidado con las bebidas alcohólicas (no es habitual, pero toma las mismas precauciones que en cualquier otra discoteca).
Evita también las protestas o manifestaciones si las ves: en Bogotá hay protestas frecuentes que pueden volverse revoltosas. Como turista, no querrá verse envuelto en ellas. Si ves una gran concentración o una marcha, es mejor que te alejes.
Por último, ten en cuenta que la mayor parte de la delincuencia violenta de Bogotá se produce en el extremo sur y en algunos distritos del oeste, lugares a los que un turista no tendría por qué ir. En los barrios más pobres de la periferia (como Ciudad Bolívar, en el extremo sur) hay más delincuencia, pero están muy lejos de los centros comerciales y turísticos del norte. Así que mantente dentro de los circuitos habituales y ya estás evitando 90% de los problemas de seguridad de la ciudad. Para darte confianza: A menudo recibo a amigos en Bogotá y disfrutamos de la vida nocturna, visitamos la montaña de Monserrate y paseamos por la Zona G, un barrio de comida. Tomamos las precauciones normales y ninguno de ellos ha tenido nunca ningún problema, aparte de algún taxi que le haya cobrado de más. Es seguro visitar Bogotá, siempre que se haga con la misma precaución que en cualquier gran ciudad desconocida. (Consejo local: Utiliza aplicaciones como Tappsi o Uber para los taxis en Bogotá. La ciudad también está a gran altitud, a 2.500 metros, así que tómatelo con calma el primer día).
Medellín (La ciudad de la eterna primavera)
Puede que Medellín sea la ciudad que más ha resurgido en Colombia. Antaño famosa en los años 80 y 90, ahora es una ciudad moderna e innovadora que sorprende a sus visitantes. He vivido de vez en cuando en Medellín, y puedo dar fe de que es muy segura en las zonas principales. Los turistas y expatriados suelen alojarse en barrios como El Poblado y Laureles, limpios, modernos y muy vigilados por la policía y la seguridad privada.
En estas zonas verás nómadas digitales trabajando en cafés, mochileros en hostales y lugareños paseando perros: es un ambiente cómodo. El Poblado en particular es una burbuja de lujo (boutiques, centros comerciales, bares) y generalmente una de las partes más seguras de la ciudad. Suelo pasear por el Poblado de noche (entre restaurantes y mi hotel, por ejemplo) y me siento a gusto, aunque, por supuesto, soy consciente de quién me rodea. El centro de Medellín (El Centro) es una mezcla de bullicio e interés durante el día, pero los turistas lo evitan por la noche. Recomiendo visitar los lugares de interés del centro (como la Plaza Botero o el Museo de Antioquia) durante el día, pero para cenar y por la noche hay que ir al Poblado o a Laureles. En Metro en Medellín es excelente y segura; sólo hay que vigilar los bolsillos en hora punta. En cuanto a la delincuencia, el mayor riesgo de Medellín son los pequeños hurtos. Se sabe que los “motoladrones” (ladrones de teléfonos) operan en ciertas zonas, incluido el Poblado. Así que, incluso en una zona agradable, no te quedes demasiado cerca de la acera mirando el móvil sin prestar atención. Yo suelo meterme en una tienda o en un portal si necesito mirar el móvil en la calle. Además, al igual que en Bogotá, en algunas comunas de las colinas hay bandas y los forasteros deben evitarlas. Pero lo más probable es que no vayas allí a menos que hagas intencionadamente algún tipo de visita social, en cuyo caso ve con un guía de confianza. La popular ruta de los grafitis de la Comuna 13 es segura hoy en día porque se ha convertido en una atracción turística controlada; yo la he hecho dos veces y me he sentido totalmente cómodo entre la multitud de visitantes y los amables lugareños. Es increíble ver cómo se ha transformado ese barrio. Una nota importante para Medellín: el ambiente de fiesta en zonas como Parque Lleras (Zona Rosa) puede atraer a carteristas y “prepagos” (prostitutas o mujeres que buscan extranjeros). Si sales tarde a las discotecas, mantente alerta. Se han dado casos de extranjeros que han sido objeto de ataques tras salir de discotecas en estado de embriaguez. Además, hay que ser muy escéptico con los desconocidos demasiado amables en las zonas de ocio nocturno: de vez en cuando se cuenta la historia de alguien que fue drogado con escopolamina por una persona a la que llevó a su apartamento. Disfruta de la vida nocturna (los clubes de salsa y los bares de las azoteas de Medellín son muy divertidos), pero quizá no invites a ese “amigo” cualquiera del bar a volver a casa 😉.
En general, Medellín es una ciudad muy turística. No es casualidad que miles de extranjeros vivan ahora allí. El clima es perfecto, la gente es amable y la ciudad ha invertido en seguridad e infraestructuras. Mientras te quedes en las zonas conocidas y evites buscar “aventuras” ilícitas, es poco probable que te encuentres con algo más que un molesto carterista. Sinceramente, me siento más seguro paseando por los barrios más bonitos de Medellín que en algunas ciudades de Estados Unidos. La clave está, una vez más, en el sentido común: no dejes objetos de valor a la vista, utiliza medios de transporte conocidos y no te adentres en barrios desconocidos. Si lo haces, probablemente estarás cantando las alabanzas de Medellín tan alto como yo. (Consejo local: las góndolas del “MetroCable” que suben por las montañas son seguras durante el día y le ofrecen unas vistas increíbles de la ciudad, una atracción única que no debe perderse. Eso sí, evite montar en ellas de noche, cuando las estaciones están más tranquilas).
Cartagena (joya costera y punto turístico)
Cartagena suele ser la primera parada de los turistas en Colombia: una preciosa ciudad colonial a orillas del mar Caribe, con una colorida arquitectura y una vibrante vida nocturna. También es probablemente la más turístico ciudad de Colombia, lo que conlleva tanto ventajas como algunas advertencias. El 99% de los visitantes se aloja en la histórica Ciudad Amurallada (zonas de Centro y San Diego) y en la cercana península de Bocagrande, zonas bien vigiladas y por lo general muy seguras para pasear.
He paseado por las calles empedradas del casco antiguo de Cartagena a todas horas (incluso hasta las 2 de la madrugada después de escuchar música en directo) y nunca me he sentido amenazado. Verás policías en casi todas las esquinas del casco antiguo, sobre todo por la noche: saben que es importante proteger la zona turística. El mayor riesgo en el centro de Cartagena es tener que decir “No, gracias” 200 veces al día a los vendedores ambulantes que intentan venderte sombreros, gafas de sol, obras de arte, paquetes turísticos, masajes... ¡lo que se te ocurra! Puede ser agotador, pero la mayoría son inofensivos. Un gesto educado pero firme “No” (o “más tarde”, si quieres ser amable). Desgraciadamente, aquí las estafas y los sobreprecios son un poco más agresivos. Algunas cosas específicas a tener en cuenta en Cartagena:
- Estafas en la playa: Si vas a la Playa de Bocagrande o haces una excursión de un día a las Islas del Rosario, prepárate para el trapicheo. Los vendedores pueden acercarse a ofrecerle una cerveza, ostras o un masaje en la playa y dar a entender que es gratis o está incluido, pero no es así. Esperarán que les pagues, a menudo a precios exagerados. Yo siempre pregunto: “¿Cuánto cuesta? antes de aceptar nada, ni siquiera una muestra de cóctel “gratis”. Cuidado también con Playa Blanca o las excursiones por la isla: se sabe de algunos operadores turísticos sin escrúpulos que cobran un precio y luego exigen cargos extra (“ah, eso era sólo por el barco, la comida son otros $20”). Para evitarlo, contrate las excursiones con agencias acreditadas.
- Relleno de facturas de restaurante: En los restaurantes o bares turísticos, a veces la cuenta llega con misteriosos cargos extra. Compruebe su factura detallada. En Colombia es habitual que la propina sea de 10%. sugerencia en la factura, pero es voluntario: puedes pagar o no. En Cartagena he visto casos en los que lo incluyen como si fuera obligatorio. No tengas miedo de cuestionar cualquier cosa que parezca fuera de lugar.
- Estafa policial falsa o corrupta: Aunque es más raro, lo mencionaré. Ha habido casos (no sólo en Cartagena) de personas que se han hecho pasar por policías para extorsionar a los turistas, por ejemplo, diciendo “necesito comprobar si su dinero es falso” y luego robándoselo. Si algún “agente” se le acerca vestido de calle para pedirle la cartera, desconfíe. Un control policial de verdad es muy poco habitual para los turistas (a menos que estés haciendo algo ilegal). En cualquier caso, tienes derecho a insistir en ir a comisaría si quieren registrarte. De nuevo, se trata de una estafa poco frecuente, pero merece la pena conocerla. Personalmente nunca me lo he encontrado en Cartagena, pero le ha pasado a otros, así que lo tengo presente.
A pesar de estas advertencias, Cartagena es en general una ciudad segura para los viajeros. La delincuencia violenta es baja en las zonas turísticas. Los barrios donde la delincuencia es mayor (las afueras, como el barrio más pobre de La Popa o la zona portuaria industrial) son lugares por los que nunca pasearía como turista. Si te alojas en Bocagrande, la Ciudad Vieja, Getsemaní (una zona artística y de moda a las afueras de las murallas) o en la zona hotelera del norte, junto al aeropuerto, no tendrás problemas. Getsemaní, por cierto, fue en su día una zona dura, pero ahora es muy popular entre los mochileros; es animada y razonablemente segura, aunque yo tendría mucho cuidado con las pertenencias por la noche en su concurrida plaza. Una cosa a mencionar: si la “aventura nocturna” está en tu agenda en Cartagena, ten cuidado con las ofertas más ilícitas de la ciudad. Cartagena tiene fama (sobre todo entre algunos extranjeros) de prostitución y fiestas salvajes. Hay clubes de striptease y “prepagos”, pero esa escena puede ser un campo minado de problemas, desde que te timen hasta que te droguen. Mi consejo: hay que ceñirse a los clubes y bares de moda, disfrutar de la música en directo y el baile, pero no dejarse llevar por el lado sórdido. Muchos viajeros (y lugareños) se lo pasan en grande en Cartagena sin tocar ese tipo de cosas. (Consejo local: el calor de Cartagena no es ninguna broma; manténgase hidratado y use protección solar. Además, en esta ciudad siempre hay que negociar de antemano las tarifas de los taxis, que no suelen utilizar taxímetro. Un trayecto dentro de Bocagrande/Centro Histórico debería rondar los 10.000-15.000 pesos, como referencia).
Santa Marta (Puerta de la Naturaleza en el Caribe)
Santa Marta es más pequeña y relajada que Cartagena, y es conocida por ser el punto de partida hacia el Parque Nacional Tayrona, la excursión a la Ciudad Perdida y sus hermosas playas. La ciudad en sí es más agreste, pero aun así, las zonas turísticas centrales son ok seguridad. La zona de El Rodadero, en primera línea de playa, y el centro histórico (alrededor de la catedral y el Parque de Los Novios) son las principales zonas donde se alojan los viajeros, y suelen ser seguras con las precauciones normales.
Santa Marta tiene un ambiente agradable: he paseado entre mi hotel y los restaurantes del Centro por la noche sintiéndome cómoda, ya que suele haber mucha gente. La policía patrulla el paseo marítimo y la plaza con frecuencia. Dicho esto, te darás cuenta de que la pobreza de Santa Marta es más evidente que la de Cartagena. Es posible que vea más indigentes o vendedores ambulantes muy persistentes. Usa la misma astucia urbana: no enseñes objetos de valor y coge un taxi si tienes que atravesar una zona desierta por la noche. En las playas pueden producirse pequeños hurtos, así que nunca deje su bolso desatendido mientras se baña. Mejor aún, si vas al Parque Tayrona o a la playa de Taganga, lleva sólo lo necesario para el día. Yo suelo dejar el pasaporte y las tarjetas de crédito bajo llave en el hotel y sólo llevo algo de efectivo y una fotocopia del DNI cuando hago excursiones al aire libre.
Una advertencia en particular: Taganga, una pequeña ciudad costera a 15 minutos de Santa Marta, es popular entre los mochileros por el buceo y la vida nocturna, pero tiene fama de ser un poco peligrosa por la noche. Se han producido atracos en la carretera de Taganga o en la playa a altas horas de la noche. Si se va de fiesta, hay que contratar a un conductor de confianza para volver y no andar solo. Del mismo modo, la excursión a Ciudad Perdida está en una selva remota; sólo se puede ir con un operador turístico de confianza (que, de todos modos, es obligatorio). Hoy en día, esta excursión suele ser muy segura, con guías indígenas al frente, pero es evidente que se está en plena naturaleza, por lo que hay que tomar las precauciones normales (con las pertenencias, etc.). En general, Santa Marta y sus alrededores ofrecen una experiencia relajada y segura para los turistas, sobre todo en los centros principales. Los lugareños me parecen increíblemente acogedores. Muchos viajeros dicen sentirse más seguros en estas tranquilas ciudades costeras que en las grandes urbes, y yo estoy de acuerdo. En el Parque Tayrona, por ejemplo, la mayor amenaza son las quemaduras solares o que un mono te robe el bocadillo, no la delincuencia. (Consejo local: en el centro de Santa Marta, muchos restaurantes y bares cierran hacia medianoche; no es una ciudad nocturna como otras. Planifícalo en consecuencia y disfruta de la brisa playera de primera hora de la mañana).
Cali (Capital de la salsa, con una pizca de precaución)
Cali es famosa por su salsa y su animada cultura afrocolombiana. Está un poco alejada de la típica “ruta gringa”, pero sigue recibiendo muchos visitantes, sobre todo interesados en el baile. La situación de Cali en materia de seguridad es un tanto particular: históricamente, Cali ha tenido uno de los índices de delincuencia violenta más altos de Colombia, llegando incluso a encabezar las listas nacionales de homicidios en años anteriores.
Que esto no te asuste, pero sí significa que debes estar más atento en Cali que, por ejemplo, en Medellín o Cartagena. Gran parte de la violencia de Cali está relacionada con las bandas y ocurre en barrios específicos, lejos de las zonas turísticas. Como visitante, puedes disfrutar de una estancia segura y maravillosa en Cali, sólo tienes que ceñirte a las zonas adecuadas y seguir los consejos locales. La buena noticia es que los barrios agradables de Cali (y las zonas turísticas) son conocidos y están bien definidos. Los barrios del oeste y el norte de la ciudad suelen ser los más seguros. Barrio El Peñón, Granada, San Antonio y El Centenario son zonas populares de restaurantes, hoteles y vida nocturna, y se consideran de las más seguras de Cali. Me he alojado en Granada y San Antonio, caminando entre clubes de salsa con amigos, y me sentí bien - aunque siempre tomamos un taxi de regreso a nuestro hotel tarde en la noche en lugar de caminar por calles solitarias. En el sur, Ciudad Jardín y Pance son barrios de lujo con centros comerciales y parques, también considerados seguros y tranquilos.
Muchos lugareños me dijeron que si te mantienes alejado de los “barrios malos”, evitarás la gran mayoría de los problemas de la ciudad. Me pareció tranquilizador y cierto. Entonces, ¿dónde están los barrios malos? En Cali, no es tan sencillo como “no vayas al sur de X calle” (la delincuencia está algo dispersa). Pero, por regla general, la zona este de Cali (al este de la Carrera 40, por ejemplo) es más pobre y tiene más delincuencia, por lo que los turistas no tienen motivos para aventurarse por allí. Además, la comuna de Siloé, en la ladera de una colina, es famosa por su violencia y debe evitarse por completo. Una vez más, estos lugares están alejados de los circuitos turísticos. La mayoría de los visitantes se limitan a las zonas del centro y el oeste, y ni siquiera se fijan en las zonas más peligrosas.
Cuando estoy en Cali, tengo un poco más de precaución con el transporte: Uso Uber o taxis oficiales incluso para trayectos cortos por la noche. Evito caminar sola de noche fuera del área inmediata que conozco. Y definitivamente guardo mi teléfono en el bolsillo a menos que lo necesite - Cali tiene una alta tasa de robo de teléfonos celulares (no a diferencia de otros lugares, pero se siente más notable allí). Durante el día, me encanta explorar las calles coloniales de San Antonio o ir a una clase de salsa. La energía de Cali es contagiosa y la gente es orgullosamente hospitalaria. desea que disfrutes de su ciudad y, a menudo, se desviven por darte consejos sobre dónde ir o no ir. Para ser sinceros, la reputación de Cali en cuanto a delincuencia está por detrás de las mejoras que se han visto en Bogotá o Medellín. Pero las cosas están mejorando. En los últimos años, el gobierno incluso ha aumentado en mil el número de policías en Cali, y la delincuencia tiende a disminuir. Para un turista, Cali es lo bastante segura si se ciñe al guión: quédese en los barrios conocidos, coja transporte con licencia y no se pasee explorando barrios de chabolas. Si lo hace, lo peor que puede pasar es que un taxi le cobre de más o que alguien intente robarle en un club de salsa abarrotado. Mientras tanto, podrá disfrutar de baile y música de primera clase en la capital mundial de la salsa, una experiencia inolvidable. (Consejo local: vaya a ver un espectáculo a Tin Tin Deo o La Topa Tolondra, legendarios clubes de salsa. Son aptos para turistas. Sólo tienes que tener la bebida en la mano y los pies en la pista de baile).
Regiones y situaciones que deben evitarse por completo
Hemos cubierto las principales ciudades turísticas, pero ¿qué hay de las piezas peligrosas de Colombia de las que puede oír hablar? Es cierto: algunas regiones de Colombia son legítimamente peligrosas debido a los grupos armados, el narcotráfico o la falta de control gubernamental. Se trata de lugares con conflictos o actividades delictivas constantes, a los que incluso muchos colombianos no van. El punto clave es: usted, como turista, no tiene ninguna razón para estar cerca de estas zonas. Están lejos de la ruta turística. Para que se haga una idea, la recomendación de viaje del Departamento de Estado de EE.UU. para Colombia es de nivel general 3 (“Reconsidere la posibilidad de viajar”) en su mayoría. porque de algunos puntos conflictivos. Enumera explícitamente algunas zonas de “No viajar”, incluidas las regiones fronterizas con Venezuela y partes de ciertos departamentos (provincias) como Arauca, Cauca rural y Norte de Santander. Se trata de zonas remotas con presencia activa de la guerrilla o la delincuencia, donde el secuestro y los delitos violentos son un riesgo. A menos que seas periodista de aventuras o voluntario de una ONG, simplemente no irás allí. Por ejemplo, la frontera entre Venezuela y Colombia, sobre todo en el extremo noreste y sureste, se considera extremadamente peligrosa; yo no intentaría en absoluto cruzarla por tierra. Del mismo modo, la densa selva de la Brecha del Darién, en la frontera con Panamá, está totalmente prohibida: es una de las selvas más peligrosas del planeta y no es, ni mucho menos, un “destino turístico”.
Otras zonas que se mencionan a menudo son partes del Chocó (la selva tropical de la costa del Pacífico) y ciertas zonas rurales de Nariño, Putumayo y Meta, en el sur. Estos lugares pueden tener una naturaleza hermosa, pero también actividad guerrillera o narco. Si hay algo legítimamente turístico allí -por ejemplo, Nuquí y Bahía Solano, en la costa del Chocó, son lugares ecoturísticos encantadores-, normalmente sólo se puede llegar en avión y con un tour, que es la forma segura de ir. Los propios colombianos van allí para avistar ballenas, etc., pero entran y salen en avión porque las rutas terrestres son peligrosas. Una vez más, estos matices ponen de relieve que sí, algunas partes de Colombia son peligrosas, pero como viajero nunca acabarías allí accidentalmente. Están lejos de las ciudades y las atracciones. El gobierno colombiano y el ejército hacen un buen trabajo para mantener seguras las zonas frecuentadas por turistas. Por ejemplo, los parques nacionales y las rutas más populares suelen estar bien vigilados. Como ya he dicho, millones de turistas visitan Colombia cada año. sin incidente. Los pocos casos en los que los extranjeros se han visto en serios apuros han sido por ir a zonas muy remotas en contra de las recomendaciones locales o por hacer algo muy arriesgado, como intentar comprar drogas a los cárteles. Con un poco de previsión -por ejemplo, consultar las advertencias de viaje actuales y preguntar a los lugareños si no se está seguro sobre un destino- se puede evitar fácilmente cualquier zona roja.
En mis viajes, he visitado lugares poco convencionales, como pueblos remotos del Eje Cafetero, pequeñas ciudades de Boyacá y excursiones por la Amazonia. Siempre lo hice con amigos locales o con operadores turísticos de confianza. Si un lugar era sospechoso, no lo visitaba. Por ejemplo, quería visitar el desierto de la Tatacoa y los yacimientos arqueológicos de Tierradentro; ambos eran perfectamente seguros cuando fui, pero me aseguré de obtener información actualizada sobre las rutas porque hace unos años hubo denuncias de robos en algunas carreteras interurbanas por la noche. La solución fue sencilla: Viajé de día y me ceñí a las carreteras principales. No tuve ningún problema.
Lo más importante: Cuando planifiques tu viaje a Colombia, limítate a los destinos conocidos (¡hay muchos!) y recurre a guías acreditados para las excursiones por la naturaleza. De este modo, evitarás las regiones de riesgo que, francamente, ni siquiera la mayoría de los colombianos han visto nunca. De camino al Museo del Oro o a la playa de Santa Marta, no te vas a topar por casualidad con un campamento guerrillero: la geografía y una planificación básica lo evitan. Así que no deje que los titulares sensacionalistas sobre el “peligro Colombia” le nublen la vista. Sí, piezas de Colombia siguen siendo peligrosas, pero son simplemente no forma parte de un itinerario turístico normal.
Consejos de seguridad para viajeros en Colombia
Permítanme resumirles algunos consejos prácticos de seguridad que yo personalmente sigo y recomiendo a todos nuestros clientes. Estos consejos le ayudarán a viajar de forma inteligente y sin preocupaciones por Colombia:
- Mézclate y sé modesto: Deje en casa las joyas llamativas, los relojes y los bolsos de diseño. Vístase de forma informal y evite ostentar aparatos caros en público. El conjunto “no dar papaya” La filosofía consiste en no pintarse un blanco. Puedes seguir usando tu bonita cámara o tu smartphone, pero sé discreto y sácalo cuando lo necesites, no mientras paseas por una calle concurrida.
- Asegure sus objetos de valor: Utiliza las cajas fuertes o taquillas de los hoteles. Cuando salgo, sólo llevo una copia del pasaporte y el dinero justo para el día. Una cartera barata con algunos billetes puede ser útil en caso de atraco (aunque nunca he tenido que hacerlo). Mantén los bolsos cerrados y delante de ti en autobuses o mercados. Muchos robos se producen por distracción: alguien te golpea o te hace una pregunta mientras un cómplice te roba el teléfono. Ser consciente de lo que te rodea es tu mejor defensa.
- Utiliza las aplicaciones Ride Apps o Dispatch Taxis: Como ya se ha dicho, pedir un Uber o utilizar el servicio de taxi del hotel es mucho más seguro que llamar a taxis al azar. También evita las estafas habituales de los taxis, ya que la tarifa está fijada. Si tienes que coger un taxi callejero, intenta hacerlo delante de un hotel o restaurante y haz una foto de la matrícula para demostrar que estás siendo precavido. En los aeropuertos, utilice las paradas de taxi oficiales.
- Tenga cuidado por la noche: Limita los desplazamientos a pie por zonas urbanas a altas horas de la noche, sobre todo si estás solo o en un barrio desconocido. Por lo general, es fácil y barato coger un coche: no dejes que unos pocos dólares te disuadan de tomar un camino seguro a casa. En las zonas de fiesta, como la Zona T de Bogotá o Provenza de Medellín, suele haber mucha vida y se puede caminar por distancias cortas (hay mucha gente), pero una vez que se sale del centro, las calles se vuelven tranquilas rápidamente. Esa es mi señal para llamar a un coche.
- Mantenga su teléfono fuera del alcance de los ladrones: Como los robos de teléfonos son tan frecuentes, lo repetiré: sujete el teléfono con firmeza si tiene que utilizarlo en la calle o entrar en la puerta de una tienda. Cuando estés sentado al aire libre, no lo dejes en el borde de la mesa. En los vehículos, no envíes mensajes de texto junto a una ventanilla abierta en medio del tráfico. Estos pequeños hábitos pueden ahorrarle muchos problemas.
- Confíe en los lugareños y en sus instintos: Los colombianos suelen ser protectores con los visitantes. Si un amigo o un anfitrión local te aconseja que no vayas a algún sitio o te dice “ten cuidado en esa zona”, hazle caso. Confía también en tu instinto. Si una situación o una persona te produce un hormigueo en el sentido arácnido, sigue tu camino. Yo he tenido momentos en los que una manzana me parecía demasiado vacía o un desconocido demasiado interesado en mí, y me he retirado educadamente de la situación.
- No te resistas, no te persigas: Si eres víctima de un carterista o un atracador, déjalo estar. Nunca persigas a un ladrón: las pertenencias pueden ser reemplazadas, y perseguirlo podría llevarte a una situación peor. Además, muchos ladrones trabajan en parejas; si corres detrás de uno, puede que te asalte otro. Es un consejo difícil de tragar (todos nos sentimos violados cuando alguien roba), pero es la opción más segura. Denuncia el incidente a la policía si puedes (sobre todo para que te den parte si lo necesitas para el seguro).
- Llevar una fotocopia del DNI: En Colombia, la policía puede piden el DNI (aunque rara vez se molesta a los turistas). Es más seguro llevar una fotocopia de la página de la foto del pasaporte + el sello del visado, en lugar del pasaporte original, para evitar pérdidas o robos. Yo también llevo un escáner digital en el móvil. Los hoteles querrán ver tu pasaporte al registrarte, pero por lo demás rara vez necesitarás el documento físico encima.
- Aprenda algunas frases clave en español: No es exactamente un consejo de seguridad en sí, pero saber cómo decir “Ayúdeme, por favor”, “Llame a la policía”, o incluso simplemente ser capaz de pedir direcciones puede ser útil. Según mi experiencia, los colombianos se desviven por ayudar a un extranjero respetuoso que intenta hablar español.
- Manténgase informado: Antes de viajar de una región a otra, consulte rápidamente las noticias o avisos de última hora. En raras ocasiones, puede haber un problema temporal de seguridad o una protesta que bloquee una carretera. Por ejemplo, en el pasado ha habido protestas de agricultores que han cerrado carreteras. Es bueno saberlo de antemano para poder desviarse en caso necesario. El hotel o los contactos locales son buenas fuentes de información.
Sé que la lista es larga, pero para resumirla..: Viaja por Colombia como lo harías en cualquier gran ciudad desconocida, con conocimiento de las calles y sin problemas.
Reflexiones finales: Disfrute de Colombia con confianza
Entonces, ¿Colombia es segura para los turistas? Sí, con la salvedad de que hay que tomar las mismas precauciones que en cualquier país en desarrollo o gran ciudad. Después de explorar este país a fondo, mi sensación personal es que Colombia se siente más seguro de lo que sugiere su vieja reputación. He tenido experiencias increíblemente positivas aquí, gracias a la maravillosa gente colombiana y a los esfuerzos del país por acoger a los visitantes. La clave está en conocer el contexto de la delincuencia (la mayor parte no afecta a los turistas), evitar las zonas de verdadero riesgo y aplicar medidas de seguridad de sentido común. Colombia ofrece mucho: desde el brumoso Eje Cafetero hasta los clubes de salsa de Cali, pasando por las playas del Caribe y las selvas amazónicas. Sería una pena perderse todo esto por temores anticuados. Estadísticamente, no hay más probabilidades de ser víctima de un delito violento en las zonas turísticas de Colombia que en muchas ciudades de Estados Unidos, y en algunos casos incluso menos.
La diferencia es que en Colombia hay que tener más cuidado con los pequeños hurtos y las estafas. Pero se trata de problemas manejables. Como suelo decir a los viajeros indecisos: “Si puedes navegar por Nueva York o Los Ángeles, puedes hacerlo por Bogotá o Medellín”.” No te pasearías por un callejón oscuro de Nueva York a las 3 de la mañana empapado de joyas, ¿verdad? Pues lo mismo. Y a diferencia de los EE.UU., es muy poco probable que te encuentres con violencia armada al azar - Colombia tiene un estricto control de armas y los delincuentes normalmente quieren tu teléfono o dinero en efectivo, no hacerte daño si accedes. En cierto modo, me siento más tranquilo aquí sabiendo eso.
Viajar por Colombia me ha proporcionado algunas de las experiencias más enriquecedoras de mi vida. He bailado con desconocidos en el carnaval de Barranquilla, he caminado por ruinas más antiguas que Machu Picchu y he sido acogido por una familia local en un pueblecito y alimentado más... arepas de las que podría contar. Los colombianos están orgullosos de lo lejos que ha llegado su país, y suelen estar deseosos de ayudar a que tú también lo ames. Conocen el estigma que pesa sobre ellos y me he dado cuenta de que a menudo hacen todo lo posible para que los turistas se sientan seguros y felices, para combatir esa vieja imagen. Para que quede claro, no estoy endulzando la realidad. debe Manténgase alerta e informado, como lo haría en cualquier lugar con disparidades socioeconómicas. Pero el miedo no debe impedirle vivir la magia de Colombia. La situación actual en materia de seguridad es “generalmente segura, con focos de precaución”, no “peligrosa en todas partes”. Millones de personas visitan el país y se marchan con historias positivas (o, en el peor de los casos, con un teléfono perdido por un descuido en un autobús abarrotado).
Mi opinión honesta y experta: Colombia es lo suficientemente segura para el viajero atento. Si sigue los consejos que le he dado -no sea llamativo, asegure sus cosas, evite situaciones de alto riesgo- probablemente tendrá un viaje increíble y sin incidentes. La cuestión de la seguridad pasará rápidamente a un segundo plano mientras te sumerges en la música, los sabores y los paisajes de este increíble país. Viaja con inteligencia y Colombia te acogerá. Bienvenidos y ¡buen viaje!
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