La historia del gringo que quiere convertir Colombia en un destino turístico de lujo

9 de junio de 2025

9 de junio de 2025

Para leer el artículo original en español, haga clic aquí.

Conocí a Shawn Christopher Hiner Leamon mientras tomábamos café colombiano y hablábamos de turismo en Colombia. Es estadounidense, pero se siente como un lugareño. Habla bien el español, lo suficientemente rápido como para defender un negocio, una inversión o ganarse a un cliente que quiere saber más sobre nuestro país. Me lo presentó un antiguo jefe de prensa de Endeavor, que conoce a muchos emprendedores que crean empresas en medio de tantos desafíos. Así que, además de escucharlo hablar de invertir en nuevos negocios, nos contó lo que está haciendo para convertir a Colombia en un destino turístico de lujo y los pasos concretos que él y su equipo, totalmente colombiano, ya están dando. Su objetivo es, a través del canal digital, llevar la mejor selección posible de hoteles y destinos en la región cafetera de Colombia al mayor número posible de viajeros interesados. Después de escuchar su historia, le enviamos nuestras 23 preguntas para emprendedores y sus empresas, y esto fue lo que respondió:

¿Qué edad tengo? ¿Qué he estudiado?

Tengo 38 años, nací y crecí en Dallas, Texas. Estudié Economía y Filosofía en el Dartmouth College y más tarde obtuve mi MBA en el IE (Instituto de Empresa) de Madrid, España.

¿Cuál fue mi idea y cuándo nació? ¿Qué he creado?

Hace diez años, empecé a trabajar por mi cuenta sin ninguna red de seguridad: ni inversores, ni fondo fiduciario, ni siquiera un plan B. Sólo ambición, disciplina y una gran voluntad de asumir riesgos, incluso cuando todo lo que tenía era una deuda de préstamos estudiantiles y un catre de oficina como cama. Durante una década, construí una agencia de marketing en Texas desde cero, llegando a emplear a más de 25 personas, incluido un equipo increíble en toda América Latina, especialmente en Colombia. Hicimos crecer la empresa hasta alcanzar unos ingresos anuales de millones de dólares y, en 2024, la vendí.

Pero mi viaje -y mi próxima gran idea- no había hecho más que empezar.

Después de vender mi agencia, me mudé a Bogotá, Colombia, en 2023. En parte por motivos personales: Quería sumergirme en el español, pero también entender el país del que procedía mi equipo, la cultura y las oportunidades que sólo había visto en una pantalla. Una vez en Colombia, empecé a recorrer el país, desde las verdes regiones cafeteras hasta las costas y las vibrantes ciudades.

Fue entonces cuando me topé con una barrera inesperada: por muy hermosa y prometedora que sea Colombia, viajar aquí es difícil, realmente difícil. Muchos hoteles ni siquiera tienen página web, las reservas se pierden en WhatsApp, e incluso para un viajero experimentado, organizar un simple viaje puede parecer como resolver un rompecabezas. El servicio, incluso en los hoteles de gama alta, era irregular. No era fácil disfrutar del país más bello del mundo, sobre todo para los visitantes internacionales de alto nivel.

Pero para mí no era sólo un reto, sino una oportunidad.

Me di cuenta de que Colombia tiene todo lo necesario para convertirse en un destino de lujo de categoría mundial: paisajes impresionantes, una cultura rica, gente cálida y miles de millones invertidos en infraestructuras y promoción turística. Sin embargo, el sector del turismo de lujo estaba completamente subdesarrollado: nadie ofrecía experiencias exclusivas y personalizadas con el nivel de servicio que esperan los viajeros de todo el mundo. Incluso los principales competidores de Colombia se centraban en el turismo de gama baja y media. Nadie estaba creando una marca de viajes de lujo verdaderamente integrada.

Así que me puse manos a la obra. Pasé meses investigando, hablando con viajeros, entrevistando a hoteleros y diseñando soluciones. Escribí un plan de 50 páginas: cómo Colombia podría desbloquear una industria turística de lujo de miles de millones de dólares, y cómo podríamos liderar ese proceso elevando los estándares, creando empleos formales, potenciando el talento local y cambiando la percepción global del país.

Así nació cielo.travel, a finales de 2024 y principios de 2025, en el corazón de Bogotá.

Nuestra misión es hacer de Colombia un destino de lujo reconocido mundialmente. Empezamos tomando el control de la conversación digital, creando la mayor red social centrada en el turismo colombiano, que ahora cuenta con más de 500.000 seguidores y millones de visitas mensuales. Pero esa es solo la primera fase.

¿Qué estamos construyendo?

  • Una plataforma digital de viajes y marketing de clase mundial: Conectamos a los viajeros con los mejores hoteles, tours y experiencias en Colombia, facilitando el descubrimiento y la reserva de viajes de lujo. Nuestra agencia aprovecha nuestro alcance digital para ayudar a los hoteles y operadores de alta gama a crecer y, de paso, elevar los estándares de servicio.
  • Asociaciones estratégicas e integración: En los próximos 1-2 años, nos asociaremos con los mejores hoteles, guías y proveedores de transporte de Colombia, creando itinerarios a medida y forjando una reputación de confianza y coherencia.
  • Propietarios de experiencias: En la siguiente fase, gestionaremos nuestros propios hoteles boutique, excursiones e incluso una escuela de hostelería, asegurándonos de que cada etapa del viaje del huésped cumpla con los estándares internacionales. Estamos desarrollando nuestra propia tecnología para facilitar las reservas y la gestión de clientes en varias divisas, y estamos plenamente comprometidos con un turismo sostenible e inclusivo que genere puestos de trabajo reales para los colombianos a todos los niveles.

Lo que hace único a cielo.travel no es sólo el plan de negocio. Es que yo experimenté personalmente esas carencias como viajero, formé el equipo desde cero y comprendo tanto las frustraciones como la enorme oportunidad que representa Colombia. Aporté mi propio capital y estoy aquí sobre el terreno, trabajando codo con codo con mi equipo -la mayoría colombianos- para elevar los estándares de todo el sector.

Apuntamos alto: $50 millones de ingresos anuales, más de 200 puestos de trabajo creados y el reconocimiento mundial de Colombia, no sólo como lugar de belleza natural, sino como referencia de lujo, sostenibilidad y empoderamiento.

cielo.travel no es sólo un negocio, es un movimiento para cambiar la forma en que el mundo ve y experimenta Colombia. Mi idea nació de la intersección entre el impulso empresarial, el profundo respeto por las raíces de mi equipo y la visión de redefinir lo que significa viajar aquí.

Y esto no ha hecho más que empezar.

¿Cómo lo hice realidad?

Creo firmemente que, aunque la investigación es importante, el verdadero progreso se consigue actuando, sobre todo cuando la oportunidad es tan grande. Desde el primer día, mi planteamiento fue sencillo: no hay que atascarse intentando perfeccionar cada detalle, sino dar pasos valientes y hacer ajustes sobre la marcha.

En cuanto vi el vacío existente en el sector del turismo de lujo en Colombia, supe lo que había que hacer. Empecé por identificar exactamente dónde podía tener el mayor impacto inmediato. Eso significaba construir una base digital sólida, una audiencia de viajeros poderosa y altamente comprometida.

¿El primer paso? Empecé por adquirir cuentas clave de Instagram y páginas de redes sociales relacionadas con viajes en Colombia con seguidores grandes y activos. Al comprar y asociarme con estas páginas ya establecidas, creé inmediatamente la mayor red digital dedicada a promover el turismo colombiano, llegando a cientos de miles de viajeros potenciales, tanto dentro como fuera del país.

Pero cielo.travel nunca fue un esfuerzo en solitario. Desde el principio, me rodeé de un equipo increíble, todos con base en Colombia, todos profundamente apasionados por su país y su potencial. Soy la única extranjera del equipo; todos los demás aportan sus conocimientos locales, su creatividad y su propio empuje.

Rápidamente organizamos la empresa en tres equipos principales:

  1. Las ventas: El motor de cualquier negocio. Nuestro equipo de ventas está totalmente enfocado en construir relaciones, generar alianzas y conseguir clientes entre hoteles, restaurantes y operadores turísticos. Están abriendo puertas en toda Colombia.
  2. Creativos: Este equipo crea contenido impactante -fotos, videos e historias- que alimenta nuestra red social y genera entusiasmo por los viajes en Colombia. Su trabajo nos permite controlar la conversación digital e inspirar tanto a turistas como a locales.
  3. Técnicos: Nuestros constructores y solucionadores de problemas. El equipo técnico está desarrollando nuevas tecnologías, incluyendo nuestra plataforma de reservas y herramientas impulsadas por IA que hacen que la planificación y la experiencia de viajes de lujo en Colombia sean perfectas.

Trabajamos con un sentido de la urgencia. Cada día se trata de actuar: lanzar campañas, probar nuevas ideas, cerrar acuerdos, hacer crecer nuestra audiencia y crear productos reales, no sólo planes. No esperamos al “momento perfecto”. Si hay que hacer algo, lo hacemos, y luego aprendemos y mejoramos.

Por supuesto, la investigación y la estrategia siguen formando parte del proceso. Pasé meses trazando la visión a largo plazo -fases de crecimiento, asociaciones clave, hojas de ruta de productos-, pero la acción siempre es lo primero. Creemos que la oportunidad del turismo colombiano es demasiado grande e importante como para esperar a que alguien la aproveche.

cielo.travel es real porque lo hemos hecho real: formando un equipo local de clase mundial, aprovechando los medios digitales, asociándonos con los mejores de Colombia y moviéndonos rápido. Estamos construyendo, iterando y creciendo cada día, siempre con el objetivo de llevar a Colombia al lugar que le corresponde como destino global de lujo.

Así es como di vida a cielo.travel: no pensando demasiado, sino actuando una y otra vez.

¿De dónde saqué el dinero para lanzarlo y cómo lo pagué?

cielo.travel nació a la antigua usanza: con mi propia inversión y años de duro trabajo, no con fondos externos. Durante más de una década dirigí una empresa de inversiones y una agencia de marketing en Estados Unidos. Ambos negocios requerían muchas horas de trabajo, tenacidad y un enfoque implacable en el crecimiento. En el camino, tuvimos varias salidas de inversión exitosas, vendiendo acciones de la empresa y liberando capital para la siguiente etapa.

Pero el verdadero punto de inflexión llegó cuando vendí mi agencia de marketing en 2024. Esa venta me dio la liquidez que necesitaba para financiar completamente cielo.travel con mis propios recursos. Hasta el día de hoy, cada peso invertido en la creación de la empresa -desde la adquisición de activos digitales y la contratación de un equipo local hasta el desarrollo de tecnología y el lanzamiento de campañas de marketing- ha salido directamente de mis ahorros personales.

Esto es consistente con cómo he construido cada negocio desde que me convertí en emprendedor en 2013. Nunca he recaudado un solo peso de dinero externo. Creo profundamente en hacer crecer un negocio orgánicamente-cliente por cliente, referencia por referencia. Este enfoque te obliga a entregar valor real, crear relaciones sólidas y construir un negocio sostenible y resistente.

Así que, respondiendo a la pregunta: cielo.travel se autofinancia 100%. Cada peso invertido procede de mis ahorros, fruto de años de trabajo y de salidas exitosas, no de inversores, ni de bancos, ni de capital riesgo. Así es como lo pagué y lo construí: con paciencia, disciplina y el compromiso absoluto de hacer realidad esta visión.

¿Qué estoy consiguiendo con mi proyecto? ¿Qué estoy cambiando con mi idea?

Con cielo.travel, estamos decididos a cambiar la forma en que el mundo ve a Colombia y la forma en que se ofrece y se experimenta el turismo en todo el país.

Durante décadas, Colombia ha sido vista a través de una lente muy limitada. Los titulares negativos, las percepciones anticuadas y los viejos estereotipos han eclipsado la verdadera historia de este increíble país: su rica cultura, sus impresionantes paisajes, su gastronomía de talla mundial y algunas de las personas más cálidas y acogedoras que jamás haya conocido. A pesar de toda su belleza y potencial, el turismo en Colombia rara vez ha sido tratado como una verdadera profesión a nivel nacional. En muchos países, la hostelería es un arte y una carrera respetada. Aquí, a menudo se ha infravalorado, subdesarrollado o simplemente pasado por alto.

Eso es lo que queremos cambiar.

Nuestra misión con cielo.travel es doble:

  1. Redefinir la reputación mundial de Colombia. Estamos utilizando nuestra vasta red digital, marketing de clase mundial y altos estándares para mostrar al mundo la verdadera Colombia: un país de lujo, cultura, aventura y belleza sin igual. Vamos más allá de los eslóganes gubernamentales y las campañas turísticas: estamos transformando la narrativa global a través de la historia de cada viajero, cada asociación y cada experiencia que ofrecemos.
  2. Elevar la profesionalización del turismo en Colombia. Estamos formando, capacitando y asociándonos con colombianos de todos los niveles -guías, hoteleros, chefs, artistas- para que tengan las herramientas, los conocimientos y la confianza necesarios para ofrecer un servicio de primera clase. Nuestro objetivo no es sólo atraer visitantes, sino construir una industria turística sostenible y respetada que genere empleos dignos y bien remunerados para la próxima generación.

La esencia de cielo.travel es la conexión. Queremos que los visitantes descubran la verdadera Colombia y que los colombianos se conviertan en orgullosos embajadores de su país. Al elevar los estándares, invertir en el talento local y ofrecer experiencias extraordinarias, no solo cambiamos percepciones, sino también vidas.

Lo que estamos construyendo no es sólo una empresa de viajes. Es un movimiento para que Colombia ocupe su lugar como destino de lujo líder, y para dar al mundo una razón para ver, experimentar y creer en Colombia como nunca antes.

¿Soy feliz?

Para mí, la felicidad no es simplemente un “sí” o un “no”. Si soy sincero, no me describiría como especialmente “feliz”, al menos no en el sentido convencional. Tampoco soy infeliz. Mi vida siempre ha girado en torno a los retos, el esfuerzo constante y la resolución de problemas. Lo que me mueve es el propósito, la resistencia y la capacidad de seguir adelante, por muy difíciles que se pongan las cosas.

Soy introvertida por naturaleza, muy analítica y quizá me sienta más cómoda enfrentándome a la incomodidad que persiguiendo la felicidad tradicional. En los últimos diez años, he construido mi vida -y mis negocios- sin ninguna red de seguridad. Sin fondo fiduciario, sin inversores, sin plan de respaldo. Sólo disciplina, perseverancia y la voluntad de soportar el dolor y seguir adelante. Eso produce satisfacción, aunque no sea la misma que la alegría.

He aprendido que la satisfacción viene de crear algo significativo, de generar oportunidades para los demás y de empujarme a mí misma a asumir retos cada vez mayores. Hoy tengo una sensación de libertad y logro que no podía imaginar hace diez años. He viajado por todo el mundo, he trabajado desde cualquier lugar y he creado un equipo al que respeto. Puedo ver el impacto tangible de mi trabajo, no solo para mí, sino para mis empleados, mis socios y, ahora, para el futuro del turismo en todo un país.

Entonces, ¿soy “feliz”? Tal vez no en el sentido que le da la mayoría de la gente. Pero estoy contento con mis decisiones, orgulloso de lo que he construido y profundamente motivado por lo que está por venir. Para mí, eso tiene mucho más sentido que buscar la felicidad porque sí.

¿Vendería mi empresa?

Es una pregunta difícil, y no me la tomo a la ligera, sobre todo teniendo en cuenta mi historia. Nunca he creado una empresa con la única intención de venderla. Para mí, crear una empresa es construir algo que perdure. Quiero que mis proyectos existan dentro de 20, 30 o incluso 50 años. Siempre he tenido ese enfoque.

Es un poco irónico, porque hace poco vendí una empresa -mi agencia de marketing- por una suma importante, y estoy orgullosa de ello. Pero incluso entonces, vender no era el plan. En realidad, me estaba preparando para traspasar la empresa a un nuevo equipo directivo que la mantuviera en funcionamiento a largo plazo. La venta se produjo porque surgió una oferta inesperada y, después de pensarlo mucho, la acepté.

Con cielo.travel, mi mentalidad no ha cambiado. Mi objetivo no es construir esto para venderlo rápidamente. Estoy pensando en los próximos 10 a 15 años, en transformar el panorama del turismo en Colombia y construir una empresa que realmente tenga un impacto positivo en el país. La oportunidad aquí es enorme, y apenas estamos empezando.

Por supuesto, nunca diría “nunca”: la vida es impredecible y las circunstancias pueden cambiar. Pero ahora mismo, vender ni siquiera está en mi mente. Estoy centrado en construir algo duradero, impactante y significativo para mí, para mi equipo y para Colombia. La verdadera recompensa para mí no está en la venta, sino en ver cómo la visión se hace realidad, año tras año.

¿Tan difícil me resultó convertirme en empresario?

Empezar este camino no me resultó nada difícil. Si preguntas a cualquiera que me conozca, te dirá lo mismo: no me asusta lo desconocido ni enfrentarme a nuevos retos. Emprender algo nuevo, sobre todo cuando la oportunidad es tan grande, se siente como el siguiente paso: es “uno más en el radar”, como suelo decir.

Para mí, empezar nunca es la parte difícil. Lo verdaderamente difícil viene después: el trabajo diario, los inevitables altibajos y los problemas inesperados a los que se enfrenta todo empresario. Ahí es donde empieza el verdadero trabajo, y he aprendido a aceptarlo. Sé que habrá días estupendos y días terribles, éxitos y reveses, pero eso forma parte del viaje empresarial.

¿Fue difícil arrancar? En absoluto. Estoy acostumbrada a lanzarme, resolver las cosas sobre la marcha y afrontar lo que venga. El reto no me asusta, me motiva.

¿He alcanzado mi sueño? ¿Qué quiero todavía?

Si a los 38 años ya hubiera cumplido todos mis sueños, sinceramente creo que me sentiría decepcionado. Porque entonces la siguiente pregunta sería: “¿Y ahora qué?”. Para mí, el camino lo es todo: no hay una meta final, no hay un momento en el que diga “ya está” y deje de avanzar.

Recuerdo el día en que vendí mi empresa: uno de los mayores hitos de mi vida. Nadie lo sabía, salvo mi amigo más íntimo. Ese día gané más dinero en unas horas que la mayoría de la gente en años. Me sentí orgulloso, muy orgulloso. Pero incluso entonces, mi primer pensamiento fue: “¿Cómo puedo volver a hacerlo? ¿Cómo puedo hacerlo aún mejor? ¿Hasta dónde puedo llegar?”.”

Nunca fue por el dinero o el reconocimiento. Se trataba de crecer, de demostrarme a mí mismo lo que es posible. El sueño es el viaje en sí, el acto de construir, crecer y superar mis propios límites, no alcanzar un objetivo fijo y rendirme.

¿Me estoy perdiendo algo? Sinceramente, no. Sólo quiero seguir mejorando, seguir desafiándome y ver hasta dónde puedo llegar. No hay línea de meta, no hay un único momento de “lo he hecho todo”. Este es un viaje que dura toda la vida, y la búsqueda -el reto- es el verdadero sueño. Y así es como me gusta vivirlo.

¿Y ahora qué?

cielo.travel es sólo una pieza de un rompecabezas mucho más grande para mí, en términos de mis propias ambiciones y mi visión de Colombia, especialmente como extranjero.

Cuando llegué por primera vez a Colombia, pensé que sólo me quedaría uno o dos años, el tiempo suficiente para aprender algo de español y vivir una experiencia diferente. Pero la realidad es que las oportunidades en este país no se parecen a nada que haya visto en otros lugares. Ahora, no tengo planes de irme en los próximos 10 o 15 años.

cielo.travel tiene un futuro brillante, pero eso es sólo el principio. Colombia, como país, está llena de potencial. Las posibilidades aquí son increíbles, y cada día pienso en grande, no sólo en el turismo, sino en todas las formas en que este país puede crecer, desarrollarse y abrirse al mundo.

Es cierto: hacer negocios en Colombia puede ser un reto. Hay obstáculos, complejidades y riesgos que no se encuentran en otros mercados. Pero quiero mostrar a otros extranjeros e inversores que no sólo es posible tener éxito aquí, sino que realmente vale la pena. Las oportunidades son tan grandes, tan atractivas y tan únicas que superan con creces los retos. En muchos sentidos, son mayores que en casi cualquier otro lugar.

¿Y ahora qué? Seguir construyendo cielo.travel, por supuesto, pero también utilizar mi experiencia para allanar el camino hacia más inversión, innovación y atención mundial para Colombia. Esta historia no ha hecho más que empezar y pienso seguir formando parte de ella durante muchos años más.

¿Es mi empresa escalable?

cielo.travel no sólo es escalable, sino que se diseñó desde el primer día para convertirse en una de las mayores empresas turísticas de Colombia y, con el tiempo, en un modelo de turismo de lujo para los mercados emergentes de todo el mundo. Ahora mismo, somos menos del uno por ciento de lo que cielo.travel puede llegar a ser.

Desde el principio, la escalabilidad ha estado en el corazón de nuestra visión y modelo de negocio. Estamos construyendo una plataforma digital desde cero que aprovecha las redes sociales, la tecnología y las alianzas estratégicas para llegar y servir a los viajeros de toda Colombia y más allá. Nuestro éxito inicial en Bogotá es sólo la punta del iceberg: con la infraestructura y el equipo adecuados, cielo.travel puede expandirse rápidamente a otras ciudades y regiones, cada una con su propio potencial turístico.

Las oportunidades en Colombia son enormes. El país está lleno de destinos por descubrir, experiencias de lujo que esperan ser desarrolladas y talento local listo para proporcionar un servicio de clase mundial. Estamos hablando de un mercado que puede generar decenas de millones de dólares en ingresos anuales sólo en Bogotá, y eso antes de expandirse a lugares como Cartagena, Medellín, la Región del Café y las espectaculares costas y selvas de Colombia.

Nuestro plan tiene varias fases y es profundamente escalable:

  • Dominio digital: Al construir y adquirir la red de medios de comunicación más potente de Colombia centrada en los viajes, controlamos la narrativa y generamos demanda en todo el país, lo que hace que nuestro crecimiento sea rápido y rentable.
  • Soluciones tecnológicas: Nuestra plataforma tecnológica nos permitirá ampliar fácilmente las reservas, el servicio al cliente y las asociaciones a medida que crecemos en nuevos mercados y segmentos.
  • Crecimiento a través de asociaciones, no de activos físicos: Al forjar sólidas alianzas con hoteles, operadores turísticos y proveedores locales de transporte, podemos ampliar nuestra oferta sin estar limitados por la propiedad de activos físicos.
  • Integración a largo plazo: En los próximos años, seleccionaremos y gestionaremos nuestras propias propiedades y experiencias, aumentando aún más nuestro impacto y potencial de ingresos.

Y no nos detendremos ahí. El modelo que estamos construyendo en Colombia puede reproducirse en otros países latinoamericanos y en mercados emergentes con un potencial turístico igualmente elevado.

¿Cielo.travel es escalable? Sin ninguna duda. La visión es grande, la oportunidad es enorme y apenas estamos empezando a explorar el potencial. El futuro de cielo.travel no es sólo brillante, es expansivo.

Para crecer, ¿aceptaría la inversión de un desconocido? ¿Renunciaría a parte de mi empresa?

cielo.travel es una gran visión, que requiere importantes recursos para alcanzar realmente su potencial. Ya he invertido cientos de miles de dólares de mi propio dinero y la empresa va camino de generar importantes ingresos a corto plazo. Pero para lograr todo lo que nos hemos propuesto -transformar el turismo, crear empleo formal y redefinir la forma en que el mundo ve a Colombia- necesitaremos más capital del que puede aportar una sola persona.

Sin duda estaría dispuesto a aceptar inversiones externas y estoy abierto a compartir la propiedad, con una condición importante: el inversor adecuado debe creer en la misión y comprometerse a apoyar los objetivos a largo plazo de cielo.travel. Este no es un esfuerzo en solitario; es un trabajo en equipo, y el éxito requiere una coalición de personas que compartan la visión del futuro de Colombia.

No busco inversores pasivos que sólo quieran un beneficio rápido. Quiero socios, personas dispuestas a arremangarse y ayudarnos a tener un impacto real. Cambiar las percepciones, crear empleo y construir algo sostenible y significativo requiere algo más que dinero: requiere fe, compromiso y valores compartidos.

Este proyecto es más grande que yo mismo. Nuestro objetivo es convertirnos en uno de los mayores creadores de empleo formal de Colombia, profesionalizando una industria que ha sido informal durante demasiado tiempo. Ese tipo de cambio requiere escala y para alcanzar esa escala se necesita inversión.

Cielo.travel es un movimiento, y cuantas más personas compartan su éxito y su misión, mayor será el impacto que podamos tener.

¿Qué no volvería a hacer?

Después de más de una década dirigiendo mis propios negocios, he cometido más errores de los que puedo contar. De hecho, tengo un cuaderno sólo para anotar mis errores, porque cometo nuevos cada semana. Mirando atrás, veo que cada error fue una lección que me hizo mejorar, pero hay un patrón que definitivamente no repetiría si pudiera empezar de nuevo.

Durante años, como muchos empresarios, caí en la trampa de intentar hacerlo todo yo solo. Cuando empiezas con recursos limitados, es natural ponerse todos los sombreros: ventas, atención al cliente, asistencia, gestión e incluso inventario. Pero lo cierto es que intentar ser un ejército de una sola persona te deja exhausto, sin dormir y sin centrarte nunca en lo que más importa. Es fácil pensar que es la única manera, sobre todo al principio, pero a largo plazo, en realidad frena el crecimiento del negocio.

También he cometido el error de pensar que tenía que ser el experto en todo, especialmente en ventas o entrega de productos. Pero el crecimiento real solo se produce cuando empiezas a crear un equipo, confías en los demás y centras tu energía en el liderazgo. Tienes que pasar de ser el fundador que lo hace todo a ser un formador de equipos y un entrenador.

Si pudiera volver atrás, me centraría mucho antes en crear un equipo fuerte y en capacitarlo para asumir responsabilidades, en lugar de cargar todo el peso sobre mis hombros. Delegaría antes, invertiría más en las personas y evitaría la tentación de microgestionar cada detalle. Las mejores empresas -y los mejores resultados- surgen de la colaboración y la fuerza colectiva, no de heroísmos en solitario.

No cambiaría las lecciones que he aprendido, pero ahora está claro: no se puede construir algo verdaderamente grande solo. Si se quiere llegar lejos, hay que hacerlo juntos. En eso estoy centrado ahora con cielo.travel: en asegurarme de que sea un trabajo en equipo desde el principio.

¿Quién me ha inspirado? ¿A quién me gustaría seguir?

No puedo señalar a una sola persona que me haya inspirado o a una figura famosa cuyo camino quiera seguir paso a paso. Mi camino ha estado más marcado por las circunstancias, los retos y la gente con la que he trabajado que por un “héroe” concreto.”

Lo que realmente me ha inspirado son las historias de personas que construyen a partir de la nada, que empiezan sin una red de seguridad y encuentran la manera de crear valor, no porque alguien se lo diga, sino porque así lo deciden. Me conmueven la tenacidad y la resistencia que he visto en otros, ya sean empresarios que siguen adelante a pesar de los contratiempos, compañeros de equipo que superan obstáculos o colombianos que encuentran oportunidades a pesar de las dificultades. Esas son las personas que me motivan a seguir adelante.

También me inspira mi propio camino: los errores, los riesgos y la búsqueda constante de avanzar. No persigo el camino de un fundador multimillonario o de una celebridad empresarial. Quiero construir algo que dure, que sirva a los demás y que cree oportunidades reales, especialmente en lugares donde la gente tiene hambre de mostrar su potencial -y el de su país- al mundo.

Si tuviera que seguir el ejemplo de alguien, sería el de los constructores: personas que se preocupan más por el legado que dejan que por los titulares, más por el impacto que por los premios. Personas que se enorgullecen de potenciar equipos, crear puestos de trabajo y ayudar a otros a lograr más de lo que creían posible. Ese es el ejemplo que quiero seguir y, espero, dejar a los demás.

¿Alguna vez fracasé? ¿Pensé en abandonar?

Esa pregunta me hace reír. Para mí, el fracaso no es un acontecimiento raro, es un compañero constante. He fracasado tantas veces, de tantas maneras -personalmente, profesionalmente, incluso en deportes de resistencia- que ya no me afecta. Para mí, el fracaso significa simplemente: “Ese intento no funcionó. ¿Qué puedo mejorar para la próxima vez?”. Fracaso casi todos los días, todas las semanas, a veces durante años intentando hacer algo bien. Pero al final, sólo hace falta tener éxito una vez para que todo merezca la pena.

¿Alguna vez he pensado en rendirme? Por supuesto que sí. Hay días en los que me he cuestionado todo: por qué sigo empujando, por qué sigo asumiendo riesgos, por qué elijo el camino difícil. Desde 2013, he trabajado casi todos los días, a veces siete días a la semana, casi sin descansos. Ha habido días realmente duros: días en los que un cliente te despide, en los que pierdes dinero, en los que un miembro clave del equipo renuncia, en los que todo se desmorona de la nada. Es agotador y, a veces, incluso desmoralizador.

Pero así es la vida. Así son los negocios. Así es la realidad de construir algo sin una red de seguridad. Mi objetivo nunca ha sido evitar el fracaso, sino hacerme inmune a él, no dejar que me defina o me detenga. Ocurre tan a menudo que apenas me doy cuenta. ¿Fallo? Bien, me levanto, lo arreglo y sigo adelante. El secreto es: no detenerse.

Así que sí, he fracasado más veces de las que puedo contar. Y sí, he tenido momentos de duda. Pero nunca he dejado que esos momentos me impidieran seguir adelante. Eso es lo que realmente da sentido al viaje.

¿Pertenezco a algún tipo de comunidad que me ayude en este viaje empresarial?

No formo parte de ninguna organización empresarial formal ni de ningún grupo mastermind, pero tengo una red de apoyo muy importante: mi familia y, sobre todo, mis amigos, muchos de los cuales también son empresarios. Nos apoyamos mutuamente, compartimos consejos y nos desahogamos sobre los mismos retos y dificultades que conlleva crear empresas desde cero. Tener gente en mi vida que entiende el esfuerzo y la lucha marca la diferencia, aunque no sea una comunidad “oficial”. Para mí, eso es suficiente.

¿Lo que hago trasciende? ¿Puede repercutir en las nuevas generaciones?

Lo que estoy construyendo no es sólo para mí, sino para mostrar lo que es posible para los demás, especialmente para aquellos que no tienen muchos modelos a los que admirar.

Desde que tenía 19 años llevo un cuaderno de grandes objetivos, muchos de ellos centrados en inspirar y abrir puertas a la próxima generación. Desde el principio supe que llevaría años, incluso décadas, pero siempre he querido demostrar a los jóvenes, especialmente a los que se parecen a mí o proceden de entornos como el mío, que la vida es mucho más de lo que uno espera o ve a primera vista.

Al crecer como persona negra en Texas, rara vez vi ejemplos de propietarios de negocios, empresarios o profesionales negros fuera del deporte o el espectáculo. Esa visión limitada puede afectar realmente a lo que uno cree que es posible para sí mismo. Ahora, mi misión es romper ese molde.

Y no lo digo a la ligera. Soy la prueba viviente de que no hay un único camino en la vida. Soy un chico de Texas que se mudó a Colombia sin hablar mucho español. Un año y medio más tarde, soy dueño de la mayor red social centrada en el turismo en Colombia, he construido una empresa desde cero, y dirijo un equipo de diez personas con talento, todo en un país donde empecé como un extraño.

Si yo pude hacerlo, cualquiera que esté dispuesto a trabajar duro, asumir riesgos y seguir adelante puede conseguir algo igual de grande. No tienes por qué seguir el guión de otro: puedes crear tu propia historia, empieces por donde empieces.

Ese es el legado que quiero dejar: no solo construir una empresa, sino mostrar a la próxima generación -dondequiera que esté- que sus sueños no están limitados por sus circunstancias, idioma o geografía. Hay muchos caminos hacia el éxito, y tú puedes crear el tuyo propio, aunque nadie a tu alrededor lo haya hecho antes.

¿Cómo me veo dentro de 10 años y cómo veo el futuro de mi empresa?

En diez años, me veo como un verdadero puente entre culturas, un líder que no sólo habla español con fluidez, sino que también domina el lenguaje de los negocios, la comunidad y las oportunidades en Colombia. Seguiré viviendo aquí, más arraigada que nunca y aún más comprometida con la creación de equipos, la orientación de líderes y la apertura de puertas para la próxima generación, tanto en Colombia como en cualquier otro lugar donde pueda tener un impacto.

Pero lo que realmente me entusiasma es la visión de cielo.travel para la próxima década. En diez años, cielo.travel será el líder indiscutible en turismo de lujo y experiencias en Colombia, una marca sinónimo de excelencia, integridad y hospitalidad de clase mundial. Seremos mucho más que una agencia de viajes; seremos un poderoso ecosistema que ha redefinido lo que significa visitar, conocer e invertir en Colombia.

Así es como veo cielo.travel en 2035:

  • Impacto nacional y mundial: Nos habremos expandido mucho más allá de Bogotá, con operaciones en todas las regiones clave de Colombia, mostrando al mundo la diversidad de destinos de lujo, maravillas naturales y joyas ocultas del país a viajeros de todas partes.
  • El estándar de oro de la hospitalidad: Seremos dueños y operadores de hoteles boutique y experiencias de viaje curadas, estableciendo nuevos estándares de calidad, sostenibilidad y servicio, no sólo en Colombia sino en toda América Latina.
  • Un legado de autonomía: Nuestra empresa habrá generado cientos de empleos formales y bien remunerados para los colombianos, especialmente en comunidades que históricamente han sido ignoradas. Nuestros líderes, gerentes y guías serán talentos locales, muchos de los cuales empezaron sus carreras con nosotros.
  • Una escuela de turismo y liderazgo: Habremos puesto en marcha una academia de hostelería y turismo de primer nivel, asociándonos con instituciones de categoría mundial para formar a los futuros líderes y profesionales, no sólo de cielo.travel, sino de toda la región.
  • Una reputación como movimiento: cielo.travel será reconocida no sólo como una empresa de éxito, sino como un movimiento que ayudó a cambiar la forma en que el mundo ve a Colombia, rompiendo viejos estereotipos y mostrando el verdadero potencial del país.

¿Y yo? Me veo aún más realizada, no porque “lo haya conseguido”, sino porque seguiré construyendo, creciendo y ayudando a otros a escribir sus propias historias de posibilidades. Seré mentora de nuevos emprendedores, invertiré en la próxima ola de innovadores colombianos y demostraré cada día que no es necesario nacer en las circunstancias “correctas” o seguir el camino esperado para lograr algo extraordinario.

La historia de cielo.travel no ha hecho más que empezar. En diez años, quiero que la gente mire nuestro viaje y diga: “Si ellos pudieron hacerlo allí, nosotros también podemos”. Esa es la visión. Ese es el legado que quiero dejar.

¿Qué papel han desempeñado mi familia y mis amigos?

Mi familia y mis amigos han desempeñado un papel fundamental en mi vida y en mi trayectoria como emprendedor. Aunque no siempre participan directamente en mis proyectos, han sido mi mayor red de apoyo, tanto en los buenos como en los malos momentos. Son las personas con las que puedo ser totalmente sincera, que me animan cuando las cosas van bien, pero también me dan perspectiva y ánimo cuando las cosas se ponen difíciles.

Muchos de mis amigos también son emprendedores, así que compartimos consejos, ideas y nos apoyamos mutuamente cuando nos enfrentamos a retos o fracasos. Esa conexión marca la diferencia, porque a veces solo alguien que ha pasado por lo mismo puede entender realmente cómo te sientes.

En resumen, mi familia y mis amigos han sido mi apoyo emocional, mis confidentes y, a menudo, mi inspiración para seguir adelante. No estaría donde estoy hoy sin ellos.

Yo lo he conseguido. ¿Ayudaría a otros empresarios a conseguirlo?

Por supuesto. Si alguien está realmente comprometido, dispuesto a trabajar duro y preparado para afrontar los retos y el esfuerzo que supone construir algo desde cero, siempre sacaré tiempo para ayudarle. Sé lo que es no tener un mapa ni una red de seguridad y tener que aprenderlo todo por las malas. Si mi experiencia o mis consejos pueden ayudar a alguien a evitar un error, asumir un riesgo más inteligente o simplemente seguir adelante cuando las cosas se ponen difíciles, estaré encantado de compartirlos.

No me interesa que me lleven de la mano, pero si alguien se toma realmente en serio sus objetivos, haré lo que pueda para apoyarle, porque todo el mundo merece una oportunidad y nadie llega lejos solo.

¿Qué papel ha desempeñado mi equipo? ¿Quiénes son?

Hay una gran cita de Marc Randolph, cofundador y primer CEO de Netflix: “Al fin y al cabo, un CEO sólo tiene tres responsabilidades: marcar el rumbo de la empresa, no quedarse sin dinero y formar un gran equipo. Y la última es la más importante”. Eso resume muy bien mi filosofía. No importa lo sólida que sea tu visión o lo buena que sea tu estrategia, lo que da vida a todo es el equipo. cielo.travel sencillamente no existiría sin el increíble grupo de personas con las que he tenido la suerte de trabajar.

Mi equipo está formado casi en su totalidad por talentosos colombianos -comerciantes, creativos, tecnólogos, vendedores- cada uno aporta su experiencia, empuje y visión local única. Yo soy el único extranjero. Todos los demás viven y respiran Colombia, y esa perspectiva local ha sido inestimable. Gracias a ellos hemos podido avanzar tan rápido y construir algo real en tan poco tiempo.

Yo puedo definir la visión, pero es mi equipo quien la hace realidad, día tras día. Se hacen cargo de los proyectos, resuelven problemas, innovan y se preocupan por la misión tanto como yo. Formar un gran equipo es lo más importante que hago como Consejero Delegado, y no podría estar más orgulloso de lo que somos y de lo que estamos consiguiendo juntos.

¿Cuál es mi sello personal? ¿Qué me diferencia de los demás?

Mi sello personal es la resistencia y la voluntad de apostar por mí mismo, incluso cuando las probabilidades no están a mi favor. No empecé con una red de seguridad, ni inversores, ni ventajas especiales, sino con la determinación inquebrantable de seguir adelante, por muy difíciles que fueran las cosas. No me da miedo empezar de cero, mudarme a otro país o asumir retos que la mayoría de la gente preferiría evitar. Llevo un cuaderno de mis errores y veo cada fracaso como una lección, no como una derrota.

Lo que realmente me distingue es que no me limito a soñar a lo grande, sino que actúo cada día para hacer realidad esos sueños. Me siento cómoda con la incomodidad y prosperar en situaciones en las que otros podrían darse por vencidos. No sigo el camino tradicional ni espero a que me den permiso, sino que creo mis propias oportunidades y me centro en construir algo que perdure y ayude a los demás en el camino. Y, por encima de todo, trato de predicar con el ejemplo, de mostrar a los demás, especialmente a los que no ven muchos modelos que se parezcan a ellos, que puedes crear tu propia historia, no importa de dónde partas.

¿Qué he aprendido de todo esto?

Sigue adelante.

Conoce la Equipo

Somos creadores, mercadólogos y exploradores, unidos por nuestro amor por Colombia y nuestra pasión por contar historias. Desde creadores de contenidos y estrategas hasta expertos en redes sociales y gestores de viajes, damos vida a tu viaje o a tu marca.

¿Listo para su viaje a Colombia?

Su experiencia en Colombia está a sólo un clic de distancia. Conéctese con nuestros expertos en viajes, obtenga recomendaciones personalizadas y comience a explorar Colombia más allá de lo ordinario.